Los niños tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por la viruela símica (mpox) que los adultos. En la República Democrática del Congo, donde la letalidad se ha mantenido por debajo del 5% desde 2023, el 80% de las muertes corresponden a menores de 15 años. En Burundi, el 40% de los casos afecta a niños menores de 10 años, y el 25% a menores de 5 años.
Impacto en niños, niñas y mujeres embarazadas
La nueva variante del virus (clado 1b) se propaga rápidamente, afectando gravemente a los niños, niñas y mujeres embarazadas, quienes pueden transmitir el virus al bebé durante el embarazo o el parto. Además, la emergencia sanitaria genera un impacto mayor en la infancia debido a interrupciones en la educación y un aumento de la violencia de género.
Acciones urgentes para proteger a la infancia
Proteger a los niños y niñas es crucial, especialmente en países que ya enfrentan problemas como la desnutrición, el sarampión o el cólera. UNICEF lidera campañas de concienciación y distribución de kits médicos para gestionar los casos confirmados y evitar contagios. Es vital mantener los servicios esenciales, como la atención prenatal y el apoyo psicosocial, para mitigar el impacto de la crisis.
Además de atender la emergencia actual, es necesario fortalecer los sistemas sanitarios, debilitados por epidemias previas, para estar mejor preparados frente a futuros brotes. La pandemia de COVID-19 ha subrayado la importancia de poner a la infancia en el centro de las respuestas a emergencias sanitarias.