Conocer las formas de contagio del virus mpox (antes conocido como viruela del mono) es esencial para evitar su propagación. Aunque existe cierto grado de incertidumbre, se han determinado las principales vías de transmisión.
La emergencia internacional por mpox (antes viruela del mono) declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace unos días se debe a la gran expansión de una nueva variante (clado I) del virus -más transmisible y grave- en África, especialmente en la República Democrática del Congo. Sus efectos están siendo devastadores en ese continente: según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África, desde principios de 2024 se han producido 17.500 casos y más de 500 muertes por mpox en al menos 13 países africanos.
Ya se han empezado a registrar los primeros casos importados de la nueva variante fuera de África. De momento, ninguno en España. La variante antigua (conocida como clado II) se sigue transmitiendo, pero de forma mucho menos intensa que en años precedentes. En España se han confirmado 4 nuevos casos en los últimos 10 días y, según los últimos datos disponibles en el Centro Nacional de Epidemiología (CNE), desde abril de 2022 se han comunicado 8.100 casos de infección por mpox, 260 de los cuales han sido notificados en 2024.
¿Se registrarán más casos de la nueva variante en Europa? Sin duda, pero la OMS ha señalado que “no es el nuevo covid-19”. África se está llevando, nuevamente, la peor parte. Según ha expresado en su blog Ignacio López Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra, “la declaración de emergencia sanitaria internacional es una llamada a la solidaridad. La mejor forma de controlar un brote de este tipo es actuar en el origen y cuanto antes. Ahora hay que dedicar recursos (diagnóstico, tratamiento y prevención, vacunas) a los países africanos, no a cerrar fronteras”.
Síntomas de la infección por mpox
Entre los síntomas habituales de la enfermedad que produce el virus mpox cabe destacar los siguientes:
- Erupción cutánea que dura de dos a cuatro semanas.
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares.
- Dolor de espalda.
- Cansancio, fatiga.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
La erupción se produce en forma de ampollas y puede afectar a la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, las ingles, los genitales, la región anal, la boca, la garganta o los ojos. El número de llagas puede oscilar entre uno y varios miles.
“Las personas con mpox se consideran infecciosas al menos hasta que en todas las ampollas se hayan formado costras, las costras se hayan caído y se haya formado una nueva capa de piel debajo, y todas las lesiones en los ojos y el cuerpo hayan sanado”, especifican los expertos de la OMS. Generalmente, la desaparición de las lesiones se produce al cabo de entre dos y cuatro semanas. Es posible reinfectarse.
En algunas personas, la infección por mpox puede ser grave y requerir hospitalización, cuidados de apoyo y medicamentos antivirales. La mortalidad que ocasiona este virus, que depende factores como la variante de la que se trate, se sitúa entre el 0,1% y el 10% de las personas infectadas.
Cómo se transmite el mpox
Se conoce la forma de transmisión del virus mpox en términos generales, pero aún quedan algunos aspectos por aclarar. Por ejemplo, las diferencias observadas en el contagio de la variante antigua (clado II) y la nueva (clado I). Esto es lo que se sabe de momento, según la OMS:
Transmisión de persona a persona
Tocar, tener relaciones sexuales y hablar o respirar cerca de alguien con mpox puede propagar las partículas infecciosas. El organismo internacional advierte de que “se necesita más investigación sobre cómo se transmite el virus durante los brotes en diferentes entornos y condiciones”. Por eso, en países como España se hace especial hincapié en la vacunación de personas con contactos sexuales de riesgo, pero también se ofrece a otros grupos de riesgo.
Hay evidencias fundadas de que el virus es capaz de persistir durante algún tiempo en la ropa, las sábanas, las toallas, los muebles, los aparatos electrónicos y, en general, todas aquellas superficies con las que haya estado en contacto recientemente una persona con mpox. Si otra persona toca esos objetos y después se lleva las manos a los ojos, la nariz o la boca, puede infectarse.
El virus también se puede transmitir al feto durante el embarazo, durante o después del nacimiento a través del contacto piel con piel, o de un padre con mpox a un bebé o niño a través del contacto cercano.
La información sobre si las personas asintomáticas transmiten o no el virus es aún limitada, según la OMS. Tampoco se ha esclarecido hasta qué punto se puede producir el contagio una vez que las lesiones de la piel se han curado.
De animales a humanos
Se puede desarrollar mpox al entrar en contacto físico con un animal portador del virus, como algunas especies de monos y de roedores. La exposición puede ocurrir a través de mordeduras o rasguños, o durante la práctica de actividades como cazar, desollar animales o cocinar. El virus también se puede contraer al comer carne contaminada que no se haya cocinado bien.
De personas a animales
Existe la posibilidad de que el virus se transmita de humanos a animales en diferentes entornos. Por eso, la OMS recomienda que las personas con mpox confirmado o que sospechen estar infectadas eviten el contacto cercano con mascotas (perros, gatos, hámsters), así como con el ganado y las especies salvajes.